RELATO ERÓTICO (LAS FANTASÍAS DE MARISA PARTE 1)
Sabes que con el calor, mis sentidos se despiertan más que de costumbre. Voy por la calle con mis ropas ajustadas, y me gusta sentir las miradas calientes de los hombres sobre mi cuerpo.
Yo las siento como caricias suaves. Hay veces en que mis sentidos se despiertan con demasiada fuerza. Y llego a casa ardiendo por dentro. Y, sin embargo, sola. Entonces, empiezo a acariciarme todo el cuerpo, pensando en los hombres que me han gustado en la calle, y lo voy haciendo más y más profundamente.
Me gusta dejar que mis dedos se deslicen hacia mi vagina, sintiéndola muy húmeda. Me gusta tocarme ese botoncito tan especial que me hace enloquecer de gozo. Me toco cada vez más fuerte y me voy imaginando que tú eres más y más salvaje conmigo. Pienso que entro en una habitación y hay un hombre que me espera. Y me dice qué va a hacer de mí lo que él desee. Ya disfruto sintiéndome manoseada por él. Solo llevo mi ropa interior y me gusta sentir su mirada sobre mi cuerpo.
Voy hacia él, me arrodillo sintiéndome su esclava. Hace que comience a mamarle su polla grande y yo siento como si me ahogara.
Me noto, noto y me toco mientras imagino que es él, él, el que lo hace con sus dedos gigantes. Siento tanta presión que estoy al borde del desmayo. Entonces me pongo más cerca, con mi lengua en su polla y le pido más y más. Chupo con fuerza, y encuentro un manjar delicioso. Siento, cada vez más, esa erección dentro de mi boca y le abrazo la polla con las dos manos, apretándosela hasta que esté a punto de correrse. Luego la suelto un poquito, y juego con mi lengua en cada pliegue.
En ese momento de placer, lo siento absolutamente mío, y le hablo, le susurro cosas muy groseras que quiero que luego me haga por delante y por detrás crezca su polla fuerte en mi boca, poniéndose más y más caliente, queriendo estallar dentro de mí.
Quiero beberte, de repente, otro hombre se presenta en la habitación y cae sobre mí en seguida. También soy su esclava. Dejo que apoye su polla sobre mi culo y mi vagina se hincha hasta casi explotar. Me siento penetrada de una manera animal mientras el otro hombre se masturba frente a mí. Siento que se mueven dentro de mí y sigo su ritmo. Y me acarició el botoncito que me enardece y me revuelvo sobre mi cama con desesperación.
Siento esa polla dentro de mí y me acomodo sobre mi cama, sobre ella, como si la cabalgará, sin dejar que se salga de dentro, ni un solo segundo.
Es una operación de acrobacia que nos excita a los dos y su verga se pone mucho más dura. Más, más, más…
Entonces, le ofrezco mi culo redondo y grande al otro hombre que avanza hacia mí con la polla entre las dos manos mientras se sigue masturbando. Me acaricia el culo con los dedos y me moja placenteramente.
Después me penetra de una manera bestial, que hace que yo me quede empalada por delante, por detrás y sienta las embestidas de uno y otro como si fuera arrastrada en un torbellino de placer inalcanzable. No soporto más tanta presión.
Se lo digo, les pido por favor, que me la saquen, aunque sea un poquito. No puedo más. Voy a correrme por todos los lados.
Enseguida los muy guarros, empujan con más y más fuerza, y yo siento que me vengo junto a ellos aaahhhh,
Siento que nos corremos los tres en una impresionante danza de placer
De todas las humedades de nuestros cuerpos calientes, nos cubren como si fueran olas de lujuria y semen.
Y me mojo toda, toda me revuelco por la cama, aaahhhh, y aprieto las sábanas con fuerza, casi con desesperación. Mi boca se abre llena de deseo. Siento que son ellos los que me poseen. Pero estoy sola, sola.
Me recorro con las manos, con los dedos e imagino sus manos enormes. Cierro los ojos y los veo y me viene un orgasmo enloquecedor.
Sí, así, así seguir, después abro los ojos. Y veo que todo ha sido una fantasía, una de esas fantasías que me excitan tanto, tanto, como espero que te hayan excitado a ti. Amor, amor, amor...
Comentarios
Publicar un comentario